Los españoles Pedro de Alvarado y sus compañeros el Mariscal Alfonso de Alvarado, los Capitanes Garcilaso de la Vega, Juan de Saavedra, Suer de Cangas y otros, venían desde Centroamérica y se dirigían hacia la conquista del Reino de Quito. Al llegar al puerto de Jocay, fundaron la ciudad de Manta, el 2 de marzo de 1534 con el nombre de San Pablo de Manta, en el mismo asiento poblacional de Jocay, y así comenzó la historia de un nuevo pueblo, mezcla de raza española y de sangre Mantense.